Sálvese quien pueda

Hola a tod@s:

Feliz por haber logrado completar exitosamente la meta de Noviembre, y de que tomen buena marcha los preparativos para mi posesión definitiva como Jueza en propiedad, asi signifiquen lo que Uds. saben que significará; pero mientras tanto tengo que atender mis asuntos, y uno de ellos es "la guerra de los estados". A ver, tranquilidad, que, a pesar de la que está cayendo con esto de la crisis y una que otra mala relación entre algunos paises eurovisivos. Me explico mejor: Una de las formas de notificar las decisiones judiciales que yo , como Administradora de Justicia imparto, se llama "Estado". Básicamente consiste en un listado en que se indican datos del proceso, qué se decidió y cuando, y se hacen legalmente dos días despues de proferida la providencia. Hasta aquí, la explicación jurídica es un todo un coñazo.

Lo que hace surgir la pugna es que hay empresas que contratan los servicios de revisión de notificaciones ( principalmente los bancos) para estar al día de como avanzan sus procesos. Esas empresas les pagan una prima mensual por el número de procesos que salgan publicados, y a mayor volumen de notificaciones, mayor remuneración, y en agradecimiento, las empresas que revisan los estados dan un obsequio mensual al Despacho que mas negocios notificó e impulsó. Cuando trabajaba en el Despacho de Familia, mi Juzgado estaba casi para declararlo fuera de concurso, pues siempre liderabamos. Hoy, mi ex jefe se lleva las manos a la cabeza porque, modestia aparte, llenar estos mismos zapatos no es fácil - y no porque tenga talla 9-, y a mi reemplazo... las cosas no le están resultando.

En contraste, donde estoy ahora ha liderado la producción. He visto cómo, casi sin proponérmelo, he impulsado muchísimos procesos de los bancos que estaban atascados desde hace meses e incluso años. Y como mi política es ir proyectando a lo largo del mes y luego salen la oleada de autos en los comienzos del mes siguiente mas alguno que otro que se cuela por ahi en el intermedio del mes, lógicamente en un estado de los míos salen muchísimos procesos de los clientes que tienen abonado el servicio de "lupa jurídica". Al principio, noté cierta distancia en lo que a mi respectaba. Y no es para menos: Mi fama a veces me antecede, lo reconozco. Soy una trabajadora incansable, le doy duro a la tarea, pero la palabra "envidia" pulula en el ambiente. Y esto es como cuando te compras un felpudo nuevo y luego ves que el vecino del frente se compró otro mas bonito. Y entonces él pinta su casa, y a ti te da por hacer lo mismo. Y luego tu te cambias de coche y ellos se compran otro de mas valor. Vamos, una carrera de nunca acabar. En el caso de mis Estados, nos anunciaban en Agosto que nosotros producimos mas negocios que todos, pero nos dieron premio en empate con otro Despacho - que para empeorar, es donde trabajé yo mucho antes, y donde esta un "amiguito" enchufado de cierta mamarracha ampliamente conocida de autos, que me cae como 20 billones de patadas en el estómago-, que sacó mas estados de clientes de la firma. Y en septiembre, ellos sacaron un estado con 32 procesos, y yo me saco uno de 41. Y ellos se sacan uno con 45, y yo les devuelvo el favor con otro de 60 y me quedo tan ancha por segundo mes consecutivo con el premio, que por cierto, disfruté comiéndomelo frente a las narices de mis "adorados colegas" del despacho cuatro puertas despues del mío. La venganza es dulce, dicen los productores de mermeladas...

Guerras de pasillo aparte, seguimos con esta suerte de especiales de octubre con paises fundadores del Festival - secuencia que me ha surgido sin querer queriendo-, y hoy, como pueden ver, el turno es para Francia. Y es que en Kiev/05, si bien los franceses no propiamente lideraron los puntajes, como yo, nos dijeron una verdad de oro: Chacun pense à soi. Si, cada quien piensa en si mismo. Díganmelo a mi en esta profesión donde a veces la ley que prima es la de quien es mas astuto o quien pega primero. A veces me pregunto si estas facetas tan oscuras mías como el vestuario de los bailarines de Ortal me superarán, o si, supersticiones aparte, me llevaré una medalla de oro, misma que estuvo lejos, lejísimos de obtener, pues, salvo Andorra, Albania e Israel, casi nadie se acordó de la dama de amarillo que cantó en último turno y quedó en vigesima tercera posición. Y bueno, siempre nos quedará París. Aunque, en el caso de los franceses, ellos llevan una deriva eurovisiva tan irregular últimamente...

¿A que subo el nivel de la competencia en noviembre y me saco un Estado con 80 procesos?- y bastantes que hay de bancos, mas de los que se imaginan...-. Espero este martes volver a acompañarlos con otro de mis posts. Me comprometo a ello.



Besos a tod@s
Wendy