De hombres y mujeres "desfolladas"

Hola a tod@s:
Cada vez que, de cuando en cuando, las chicas nos reunimos en "hordas" de tres o más, tres temas son recurrentes: dinero, asuntos de trabajo, y , para qué negarlo, hombres.
Del primero, que si tenemos para terminar el mes, que si no nos alcanza, que le debemos a X ó Y, en fin , tantas cosas. Del segundo, si estamos bien con nuestros jefes- cosa que muy pocas tienen esa oportunidad, y lo digo con conocimiento de causa-, si tal asuntillo se puede resolver de tal o cual forma, de lo bien o mal remuneradas que estamos para el volumen de trabajo que tenemos -que en la mayoría de los casos tira mas de lo segundo que de lo primero-.

Pero el tercer tema es el de mas conflictos: Que si los hombres son aquello y esto, que si nos maltratan, que si ni nos determinan, que porqué no nos devuelven la llamada al día siguiente de...bueno, ya saben...¡ahi si que hay tela de dónde cortar!.
Y es que por cuenta de nuestros ineludibles compañeros de vida "terrestre" - todavía entre mis amigas no cuento ninguna que haya vivido "encuentros cercanos del tercer tipo"-, nos pasan infinidades de cosas. Que si está conmigo por interés, que si ya no me quiere por estar gorda, que se está fijando en una Chica BBVA - no, no creaís que el bilbaíno banco trasatlántico tiene en sus huestes a hordas de "supermujeres", sino que así les hemos optado a decir de este lado del charco a algunas chicas Bonitas, Brutas, Vividoras y Arribistas, o porqué no han "marcado tarjeta" con nosotras y por ende nos tienen "veraneadas". Para entender qué significa esto del "veraneo" en lenguaje femenino ultramarino, es el equivalente a entender, a modo de cachondeo, la primera palabra del título de la canción portuguesa de Madrid/69: Desfolhada Portuguesa.



Si, nosotras, las mismas mujeres que en los siglos pasados exigíamos derecho al voto, igualdad entre los sexos, derecho a elegir entre ser amas de casa o profesionales, y demás bla bla bla; hoy por hoy, mucha de esa liberación femenina nos sabe a cacho. Deseamos un hombre a nuestro lado, pero sin que sea un parásito ni un amo esclavista. Un hombre que nos consienta, pero que a la primera de cambio no opte luego por maltratarnos a nosotras. En fin, un arquetipo de hombre que, como dijera una de mis tantas amigas llamadas Martha - tengo como tres o cuatro- "Parecen un teléfono público: cada vez mas escasos, la gran mayoría no sirven, y los pocos que sirven están ocupados". Ni me pregunten en qué estación está mi vida actualmente. Con la mar de problemas que tengo, tías Írmas aun lejos del calendario, parezco el desierto del Sahara de día.

Volviendo con la portuguesa, en su año solo pudo ser penúltima, con dos puntitos dados por España, uno belga y otro francés. Bueno, la verdad es que a Simone de Oliveira, la cantante lusitana, su paso por Eurovisión no fue nada exitoso: En Nápoles/65 con su "Sol de inverno" se salvo de llevarse un rosco - del que no se libró Conchita Bautista ese mismo año-, gracias a Mónaco y su único voto.

Por otro lado, si, mis queridos colegas caballeros, no toda la culpa es de vosotros, tambien existen ilustres congéneres mías que fastidian mas que Glenn Close en Atracción Fatal... y otras que hacen o dicen cosas tan o mas cutres que el tema de Eva Santamaría y su impresentable tema en Millstreet/93...Curioso nombre el de esta chica, muy a juego con el tema. Hombres, hombres, hombres... algo debieron verle los finlandeses, que le dieron 10 de los 58 votos totales que recaudó la Santamaría por España. ¿Será que las jurados finlandesas -que no sé si habría- se sintieron identificadas?. La verdad, esto da mucho lugar a euroespecular de nuevo...
Bueno, me despido con el tema de la Santamaría, que no poco rubor despertaría, pero no por la letra, sino por la mise en scene tan hortera como mediocre. Tanto como mi vida misma actualmente...




Besos a tod@s
Wendy