Doscientos posts con ustedes

Hola a tod@s:
Tal como desde hace unos días venía anunciandoles, se acercaba a estas líneas el Post 200. Cómo olvidar cuando empecé , en octubre del año pasado, en medio de algunos de mis días mas aciagos de trabajo, esta aventura de tener mi propio blog. Fácil no ha sido la labor, incluso, mucho ha querido hacerme desistir, y vosotros habeis sido testigos de todo ello.

Desde Islandia hasta Azerbaiján, desde Marruecos hasta Finlandia, los mas de 40 paises que han participado en el Festival han hecho su paso por estas líneas. Y tambien grandes colegas y amigos, algunos con mas frecuencia que otros, se han ido incorporando, con sus siempre bien recibidos comentarios en este post. Hemos tenido de todo: desde el sabor mediterráneo de Portugal, Grecia, Chipre o Turquía, las grandes chansons francesas, las rarezas musicales austriacas, la balada balcánica, el schlager sueco, las preciosas canciones italianas...y si, tambien frikadas varias, como las que este 28 de diciembre aspiramos a elegir

Pero tambien hemos tenido grandes temazos, de esos que nunca se olvidan. Esos que recuerdan bellas épocas de nuestras vidas, que guardan un gran mensaje, aun sin haber ganado el primer lugar. Esas canciones que, sin importar su idioma, logran llegarle al corazón a tod@s, e independientemente de haberles tenido en los tempraneros posts de este blog, bien vale la pena volverlas a ver, repetir en nuestras vidas la experiencia de escucharlas, y mas que todo, de disfrutarlas.El tema que ostenta el honor de ser el que engalana el post No. 200 de este blog no necesita presentación. Sobran las palabras para definir cuanto amor siento por esta canción.
No me resta sino darles las gracias a tod@s por haberme acompañado en esta particular visión sobre Eurovision. Aun hay mucho qué comentar, y en este final del 2009 si que se vienen temazos que os van a sorprender, como aquel que sucederá a este, que imagino nadie se esperará.



eskerrik asko
thank you
ευχαριστώ
merci beaucoup
Mange takk
obrigado
grazie
спасибо

Wendy