miércoles, 10 de octubre de 2012

Este jueves, un relato: El teléfono


Hola a tod@s:
Aun sobrellevando la tormenta profesional que tengo encima, hoy nos ocupa hablar de teléfonos, tema del que bastante he vivido y tengo para contar. 

Cuando pequeña, me regalaron un teléfono de juguete, de esos plástico de disco, y como era tan precoz, aprendia viendo como en casa contestaban el teléfono de verdad y lo imitaba con el mío. Cualquier día, estando muy pequeña, contesté el de verdad como si nada. Pero esa solo fue una etapa.

Luego, vivi mucho iempo , conforme me iba mudando de casas, con diversos teléfonos, que me costaba a veces aprenderme. Los números no eran lo mío, eso está claro. A mediados de los noventas, en mi país ingresó la telefonía celular. Los primeros equipos que comercializaron eran enormes, podías romperle la cabeza a alguien con ellos en tu cartera. Además, los precios de los minutos eran inalcanzables y la señal, bastante regular tres cuartos. No fue sino hasta finales del 2004 que vine a tener un teléfono móvil en mi mano, el primero de muchos de ellos. Ya para ese entonces, en casa pasé del teléfono de disco al de teclas, y luego al inalámbrico

Mi primer movil era bastante sencillito. Con su luz color naranja, parecía de juguete. Se me confundía entre las mil y un cosas de mi cartera, pero siempre estuvo ahi. Pero como mi línea era de un operador diferente al del resto de mi familia, tuve que comprar otra línea, otro equipo. Este era uno de linternita, muy practico, que aun conserva mi señora madre.  Y así, una marca de refrescos promocionaba unos móviles de un tercer operador, y la suerte me sonrió y me gané uno, de luz azul.

Al  viajar a España, tuve que adquirir otro compatible con el voltaje europeo, dejando los otros tres en casa. Ese equipo aun permanece conmigo, tras seis años. Me encantaban sus jueguitos, creo que jugaba mas con él que lo que lo usaba para llamar. Y es que así ha derivado la evolución de aquel invento de Alejandro Graham Bell. Ya he perdido la cuenta de cuantos  móviles he tenido. Solo se que soy "la pobre viejecita" del móvil: tengo no una, ni dos, ni tres líneas: son seis en total, de igual número de operadores. Y curiosamente, casi nadie me llama. O mas bien, casi nadie puede hacerlo. Porque en esa parte olvidada de la geografía donde trabajo, casi no llega bien ninguna señal. Y por las líneas fijas, ni pensarlo: Un rayo cayó hace mas de un año y quemó todo el cableado de la centralita telefónica madre. Al pueblo lo desahuciaron telefónicamente.

En el Festival, el teléfono tambien ha sido parte de su existencia: desde ser la forma para que los jurados difundieran sus votos, hasta ser la vía para que Europa votase por su canción favorita.  En una noche, se llamaba desde Reykjavik hasta Bakú, desde Jerusalén hasta Oslo. Y claro, mientras mas te llamen, mas opciones tienen que ganar, y eso lo pensaron las Feminnem, cuando llevaron las banderas de Bosnia & Herzegovina en Kiev/05, cuando cantaban su Call me.  Y pensar que nadie  se imaginaba que la malherida Sarajevo podría hacer esa primera llamada en Millstreet/93...


Besos a tod@s
Wendy

15 comentarios:

  1. La historia del teléfono versus in person. A veces sobran líneas y aparatitos, falta vis a vis y mirada verdadera. Pero reconozco que ayuda que comunica que vale.
    En ese pueblito alejado ¿cómo se presenta la primavera?
    Besitos.

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  2. Es cierto más de uno hemos lidiando con fijos y celulares -móviles- hasta ir de a poco domesticándolos -o a la inversa- pero las limitaciones de la comunicación persisten a´ñun en plena era tecnológica jejeje

    Un abrazo!

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  3. Ahora mismo parece que ya nadie podemos vivir sin los teléfonos móviles en el bolsillo. Se ha vuelto totalmente indispensable. Conocí alguno de esos teléfonos que pesaban casi un kilo, jeje. Y antes de eso también tuve un "busca" que pitaba cuando alguien te llamaba y entonces eras tú quien tenía que buscar una cabina y llamar. Tiempos ya del pleistoceno.

    Un abrazo

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  4. Veo que nadie, indistintamente de dónde esté, se escapa del uso y pertenecia de los teléfonos en cualquiera de sus versiones. Me ancanta la referencia al tamaño, el primero, grande cual arma arrojadiza y el (los) últimos objeto de perdida en el fondo del bolso. Toda una historia.

    Besos.
    Alfredo

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  5. Ya verás que volverás a tener línea, estas cosas pasan. Increible la de teléfonos que has tenido, puedes montar casi un museo. Los celulares desde luego fueron un gran invento, un teléfono sin cable, ¿Quien lo iba a pensar hace cuarenta años?
    Un abrazo

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  6. La peripecia del celular y el homo sapiens (sapiens cada vez menos..., jajaj)

    Siempre original el enlace que haces con el Festival.

    un fuerte abrazo con señales de humo, que a veces son más seguras!

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  7. NO te cuento yo la de problemas que tengo para jugar con el telefonillo, porque cuatro manitas "delicadas y cuidadosas" se mueren por jugar y no les dejo, a veces espero que se duerman en el coche y aprovecho!!!! Jajajajaja!

    Un beso y un café, me alegré mucho de verte de vuelta y del mail. Gracias por todo.

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  8. Ah, esos móviles y sus miles de utilidades. Yo últimamente me he apasionado a hacer fotografía con él, como siempre está en el bolsillo, fotografío árboles, nubes, algún paisaje, nidos con cigüeñas, etc.
    Besos.

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  9. Me sentí muy identificada con tu descripción de los distintos tamaños y modelos de teléfonos que mencionas. En pocos años se fue convirtiendo en algo cada vez más pequeño y adictivo.
    Ahora eso de tener seis líneas si que no lo hago, ya con una sola me vuelvo bastante loca.
    Un abrazo.

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  10. Lo del primer movil es tal cual, si que podia abrirle la cabeza al más pintado con un golpecito de nada, eran enormes jajaja. Dices que tienes seis lineas y no te llaman?
    eso si que es curioso, bueno curioso son tambien estos videos con los que amenizas las entradas, muy buenos Wendy.
    Un abrazo.

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  11. Me encanta tu historia con el móvil, yo tb tuve uno primero que era como un zapato jajaja, menos mál que mejoraron. Gracias por participar y por el video. Un beso

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  12. Ese invento que a pesar de ser necesario y útil a veces se me antoja diabólico, ha evolucionado a una velocidad de vértigo tal como reflejas magníficamente bien en tu relato. De ser pesados como el plomo a ser ligeros y multifuncionales. De servir sólo para llamar y ser llamado, a ser un elemento de ocio donde música, internet, fotografía, GPS, calculadora, etc. etc. etc, están accesible de una forma fácil y cómoda. Claro que sólo donde existe cobertura suficiente.
    Un fuerte abrazo.

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  13. A veces me pregunto si los móviles no han supuesto una dependencia excesiva. La comunicación no es más eficaz por estar más conectados, porque por muchos aparatos que tengamos seguimos teniendo solo dos orejas y un solo cerebro.
    Un saludo

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  14. Un buen recorrido por la historia del teléfono este que nos ofreces, si pasas por mi blog, verás que he hecho algo parecido. La verdad que sorprende la evolución que ha experimentado con los años el invento de Alajandro Graham Bell, tal y como señalas en tu texto. Un beso.

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  15. jejeje... cuanto recorrido de "cable" hasta el inalambrico... me gustó mucho leerte! un abrazo!

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