El rostro de la tía Irma

Hola a tod@s:

Ante todo, que no cunda el pánico, todavía la Tía Irma no me visita - ya me visitó a finales del mes pasado-, creo yo, sino hasta dentro de unas tres o cuatro semanas, asi que no vereis hoy que esté de mal humor o triste, y mucho menos si consideran que, para cuando muchos de vosotros esteis leyendo estas líneas, yo estaré rumbo a Panamá, a mis primeras -y bastante cacareadas-vacaciones de verdad desde 1997 - prometo fotos-. Pero como nos lo trajo a colación hace unas semanas nuestro querido colega Manu, hay temas que servirían para publicidad de este tipo de adminículos tan propios de la "cesta de la compra femenina". Aunque creo que algunos chicos tambien las han usado aunque para fines...digamoslo, diferentes a la visita de la Tía Irma...

Y es que si a algunas la vida se nos vuelve un lío cuando nos llega, tambien lo es cuando se nos va definitivamente. Recordar los ataques de calor que sufrimos las mujeres, y alteraciones varias por efecto de las hormonas; entre ellas, hasta el sentirnos sexualmente menos "atractivas", es una experiencia por la que han pasado muchas de mis amigas, conocidas y hasta familiares - empezando por mi señora madre-.


Un sentimiento similar debió tener la tristemente célebre Barbara Dex- simplemente llamada Barbara en Millstreet/93-, quien en su año, enviada como estuvo por la TV flamenca, solo cerró caja con tres puntitos que sus vecinos alemanes le brindaron, y párese de contar. Esta regordeta chica, que años mas tarde volvería a intentar ganar el cupo belga al Festival, sin mucho éxito, nos mostró un trajecito que, para mi juicio, estuvo haciendo juego con la canción, aburrida hasta la médula; pero que bien podría ilustrar un comercial de estos productos femeninos, así yo no entienda ni jota del flamenco belga. Por obvios motivos, la chica se hizo un sitial en el imaginario eurovisivo, gracias a los premios que sus tambien vecinos neerlandeses han creado para galardonar esos vestuarios horteras que algunas delegaciones impudicamente envían. Y es que con la Tía Irma encima, todas las chicas eventualmente nos sentimos la peor vestida, si es que no ha ocurrido un, digamos, accidente rojo en nuestra ropa... Es una pena que una delegación como la belga, de tan mala suerte en el Festival, haya tenido solo tres participaciones en mi blog, y en casi todas- salvo el de la Ryan-, el común denominador es el vestuario tan horrendo...

Besos a tod@s
Wendy