sábado, 5 de junio de 2010

Los diamantes son para siempre

Hola a tod@s:
Había prometido para hoy una joya musical en manos de la delegación de Bosnia & Herzegovina, y lo cumpliré.
A lo largo de esta nada fácil semana, he comenzado a valorar la importancia de estos días sin ser empleada judicial. Tener un poco de tiempo para mi misma, tras una temporada tan turbulenta como la vivida el año pasado, es tal vez el oxígeno que necesito para afrontar una entrevista como aspirante a Jueza, sin las preocupaciones propias del diario vivir judicial. No he de negar que trabajar ayuda mucho a ser económicamente independiente, pero siento que he hecho todo lo que humanamente ha estado a mi alcance por buscarme una plaza de trabajo a la cual tengo derecho de sobra. Tan es así, que hasta me presenté en la opción de plazas de junio ( ya participé en la de abril y mayo, que aun esperan surtir sus frutos), con la cual creo que rompo una racha interesante: Las únicas plazas a proveer en esta seccional pertenecen a las Islas de San Andrés y Providencia, plazas que nadie quiere, porque, contrario al paradisiaco paisaje insular, trabajar en las islas es un reverendo infierno para los "continentales", como despectivamente nos llaman - bueno, en realidad lo dicen en patuá -. Lo cierto es que ya llevaban dos meses sin que nadie optara a ellas, casi como un pais que no arranca el marcador en el tablero de votos...hasta ayer. Obviamente, mi intención no es ir a las islas -vivir allá es carísimo, incluso para los que vivimos en Cartagena, los servicios públicos insulares dan vergüenza ajena, y el ambiente de trabajo es para enloquecer a cualquiera-. pero bueno, yo soy una mujer que no le tengo miedo a nada. Sobreviví a una arpía de verdad, como cierta mamarracha; soporto hasta una bomba nuclear.

Sobre todo, he tenido en estos días algunos encuentros que me hacen saber de mi valor como profesional y como mujer. Por ahora no os daré mas detalles, pero oportunamente los sabreis. Y con esas cosas bonitas me quedo, tan hermosas como la balada balcánica cuando la envían los bosnios, a pesar de haber sufrido los mas duros rigores de una guerra fratricida, pero que nos hacen conmover hasta las mas íntimas fibras. Y es que el tema de Hari Mata Hari bien pudo llevarnos a Sarajevo, pues su Lejla es de esos temas que, como el título de aquella película de James Bond, se quedará para siempre en nuestros corazones eurovisivos. Hay que hallar la belleza de muchas cosas simples, como la de bordar calcetines para un bebé o la de temas de una perfección innata, como este de aquel inolvidable Atenas/06, independientemente de los votos que obtenga. Y con este tema me despido hasta el lunes, mientras yo empiezo la labor de tallar un diamante en bruto y hacerlo la gema mas brillante de aqui a Septiembre...



Besos a tod@s
Wendy

2 comentarios:

  1. Hola, bombomzote:

    ¡Vaya! Hoy has apostado por una joya mágica y uno de los temas de B&H que más me gustan. Tiene ese sabor balcánico origina que tanto me gusta y también el sello de Zeljko Joksimovic.

    Espero que tengas buenas perspectivas para las entrevistas de provisión de plazas. A ver si puedes evitar las de las islas.

    Un besote

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  2. Hola cariño:
    Pues si, aposté por esta joya de canción, pero he obtenido un resultado mas que desolador :(
    Y tal como están las cosas, yo no descarto del todo irme a parar a las islas. :( :(
    Un besote

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