Impresionada ante la gran acogida del post anterior, ya poco a poco las cosas vuelven a su cauce: Ya Düsseldorf/11 es historia, todas las delegaciones estarán de regreso a sus casas, con la victoria o la derrota a cuestas, y nos falta un largo trecho por recorrer de aqui a septiembre, cuando oficialmente se abra la temporada eurovisiva con destino a tierras azeríes.
Y si, muchos temas se quedaron entre el tintero con el pasado Festival. Y muchas trilogías se quedaron ad portas de ser las que abrieran la temporada post-certamen. Dado que ganó un país ex-soviético en su cuarta aparición, para esta semana he decidido hablarles de otros paises de esta zona, en su primera, segunda y tercera participación, respectivamente. Si, porque antes que el temible Este ex-comunista fuera la maquinaria de votos que es hoy por hoy, todos tuvieron derivas interesantes para reflexionar. Incluso, algunos casos podrían servirnos de dèjá-vu. Y comienza esta secuencia Estonia, una de las pioneras en el debut eurovisivo de la antigua Unión Soviética. Curiosamente, el atrezzo e imágenes de este año para esta delegación hacía alusión a unos rascacielos de una ciudad, y quedó en penúltima posición. En Dublin/94, la escenografía era tambien una ciudad con sus rascacielos, y con otra voz femenina, la de Silvi Vrait, tambien quedaron los vigesimocuartos entre 25 paises. Por lo visto, como las olas del mar, a las que metafóricamente hace alusión el Nagu merelaine de la delegación báltica, así son los apoyos para este pais: van y vienen. Como el Festival en nuestras vidas. Como muchas cosas en nuestras vidas...
Besos a tod@s
Wendy
Y si, muchos temas se quedaron entre el tintero con el pasado Festival. Y muchas trilogías se quedaron ad portas de ser las que abrieran la temporada post-certamen. Dado que ganó un país ex-soviético en su cuarta aparición, para esta semana he decidido hablarles de otros paises de esta zona, en su primera, segunda y tercera participación, respectivamente. Si, porque antes que el temible Este ex-comunista fuera la maquinaria de votos que es hoy por hoy, todos tuvieron derivas interesantes para reflexionar. Incluso, algunos casos podrían servirnos de dèjá-vu. Y comienza esta secuencia Estonia, una de las pioneras en el debut eurovisivo de la antigua Unión Soviética. Curiosamente, el atrezzo e imágenes de este año para esta delegación hacía alusión a unos rascacielos de una ciudad, y quedó en penúltima posición. En Dublin/94, la escenografía era tambien una ciudad con sus rascacielos, y con otra voz femenina, la de Silvi Vrait, tambien quedaron los vigesimocuartos entre 25 paises. Por lo visto, como las olas del mar, a las que metafóricamente hace alusión el Nagu merelaine de la delegación báltica, así son los apoyos para este pais: van y vienen. Como el Festival en nuestras vidas. Como muchas cosas en nuestras vidas...
Besos a tod@s
Wendy
Kalispera, Wendy:
ResponderEliminarAnte todo, felicidades por el éxito de tu anterior post. Tu resumen de Düsseldorf 2011 es realmente bueno y no se merecía menos.
Estonia es un país del que uno puede esperar cualquier cosa en Eurovisión. Por ejemplo, que se alcen sorprendentemente con la victoria con una de las peores canciones que han acudido al Festival, o que fracasen (como este año) con una canción que figuraba entre las favoritas para obtener el Gran Premio en casi todos los foros y encuestas...
En fin, no fue gran cosa el debut estonio en Dublín. Un tema de "bajo perfil" y un fracaso más que predecible en aquella ocasión. Eso sí, mira tú por dónde el "Nagu Merelaine" se me quedó grabado en la memoria y todavía a veces me sorprendo a mí mismo tarareándolo.
Un abrazo
Hola, Wendy:
ResponderEliminarMe sumo a las felicitaciones por el éxito de tu post anterior y pronto te dejaré en exclusiva el testigo eurovisivo.
Parece ser que Estonia y los rascacielos no son una buena combinación para Eurovisión.
Un besote
Hola, pasé a dejarte un detallado comentario en el anterior post, pero olvidé decirte que en la segunda gala me quedé estupefacta por las canciones elegidas, ninguna me gustaba o casi ninguna... nunca entenderé en que se basan para tomar decisiones musicales, las políticas sí, las entiendo, pero las otras...
ResponderEliminarUn besito y mucho café para hoy!
Hola Wendy:
ResponderEliminarBueno, de vuelta a la normalidad del blog. Han sido muchas emociones esta pasada semana y tendremos mucho de qué hablar en semanas sucesivas.
Estoy completamente de acuerdo con Nikos en su valoración de Estonia como delegación en el ESC. Este año ha sido una sorpresa de principio a fin, ya que, en mi opinión, estaba sobrevalorada durante las semanas previas y ha sido injustamente infravalorada en la final del sábado.
Sobre Estonia '94, buena, buena no era, era una baladita simple, bien resuelta por la cantate, pero que se olvida rápidamente en general en medio de otras canciones tipo balada, que ese año hubo bastantes.
Un abrazo y seguimos en contacto
Kalimera, Nikos:
ResponderEliminarGracias por esas palabras. Estos últimos han sido posts que he hecho con muchísimo cariño parta mis lectores, que, como vos, se merecen lo mejor.
Sobrada razón tienes frente a la irregular Estonia: Un año ganan con un tema imposible, otro no les vota ni Dios.
Y bueno, algo bueno tuvo que dejar Silvi en el escenario para que alguna vez la tararees.
Un besote de caramelo
Hola dani:
ResponderEliminarMe dejas de piedra con el anuncio de que me dejarás el testigo eurovisivo.
Por lo visto, si eres de Estonia, evita los rascacielos.
Un besote
Hola Verónica:
ResponderEliminarA veces las políticas tambien influyen en las decisiones musicales. El paso de Eslovenia, Ucrania o Moldavia así lo demuestran.
Vaisa ver cuanto café vendrá si confirmo cierta noticia!
Abrazos
Hola Grande grande, bienvenido de nuevo a casa
ResponderEliminarYa tendremos tiempo de ir hablando mas y mas sobre el Festival de este año y lo que nos depara el próximo.
Y si, Estonia nunca tiee una valoracion que se ajuste a sus meritos, por exceso o por defecto. Y llevar baladas en plena época de la Eirevisión...tremendo asunto.
Un besote