viernes, 29 de julio de 2011

No hay enemigo pequeño

Hola a tod@s:
Termina la semana laboral, y aunque ya solo restan 27 recursos por resolver, aun no parece haber noticias relevantes en torno a mis aspiraciones. A veces creo que esta espera que desespera es solo otro mecanismo mas para ver quien desiste de todo esto...

Ya que hablamos de desistimientos, la delegación invitada de esta semana bien pudo desistir de seguir adelante ante los habituales golpes de nariz que se llevaba. Seguimos moviéndonos en la historia del Festival, y 11 años despues de nuestros anteriores invitados, en la isla vecina, el escocés Scott Fitzgerald llevó uno de los temas de mas corto título en el Festival, pero que tuvo que conformarse con el subtítulo: Go. Los ochentas habían sido una década no muy grata para los británicos: salvo su triunfo en la misma Dublín, siete años atrás, ya había vivido lo que era un abucheo en público y que sus temas cada vez mas tenían problemas para mantenerse en posiciones "decentes" del top 10. Ese año, todo parecía darse para un triunfo pero.... una canadiense que se estaba dando a conocer les quitó, en los últimos momentos el triunfo. Si, cómo olvidar que Celine Dion ganó Dublín/88, cuando Yugoslavia le dio los seis puntitos necesarios para vivir otra final de infarto, olvidándose del "Guayomini".

Muchas razones se dan para ese triunfo: sin restarle la enorme belleza y calidad al tema de la representante helvética, la muy comentada actitud chulesca de Fitzgerald no ayudó mucho. La BBC ya comenzaba a cosechar las muy bien cultivadas antipatías de muchos paises, que se negaban a darle su tan ansiada quinta victoria, que solo les llegaría en las postrimerías del siguiente decenio. Así las cosas, ya en la agenda de los británicos, cualquier pais era enemigo potencial. Incluso aquellos que no ganaban desde 1956. Incluso aquellos que le ganaban por un solo punto. Incluso sus vecinos. Pero de eso hablaremos en nuestra siguiente crónica de segundos lugares...nos vemos este domingo



Besos a tod@s
Wendy

2 comentarios:

  1. Hola! Para mí, esperar y desesperar son completamente sinónimos. No puedo ni con una cosa ni con la otra... cuando la actividad me come necesito ponerla en práctica, menos mal que mi otra mitad hace de balanza!

    Besito y café!

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  2. HOla Verónica:
    Qué solitaria se ve la blog´sofera en estos días de verano.
    Ya somos dos las que creemos que esperar y desesperar ya son sinónimos.
    Gracias a Dios tenemos nuestra otra mitad para servirnos de polos a tierra.
    Abrazos y café para cinco!

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