ESTE JUEVES UN RELATO: El cine, desde adentro y fuera de la pantalla (Destino Bakú: Montenegro)

Hola a tod@s:
A veces comparo mi propia vida con una película. Una que tal vez no gane dorados premios Óscares, ni Goyas, ni Palmas de Oro, ni Osos de Berlín...vamos, que ni un Razzie. Pero creo que si, por azar de la vida, Pedro Almodovar quisiera filmarme, tendría tela para cortar...y mucha.
 

Porque mi vida a veces se parece a esa gran pelicula que tanto te interesó ver hasta ese justo momento en que el gordinflón que compró mil chucherías (caras por demás) en la tienda del teatro se te sentó al lado y te la amargó haciéndose el gracioso, o contándole a su interlocutor del móvil que, muy gentilmente NO apagó, cómo termina la película, porque lo encontró en Wikipedia o en ve tu a saber qué rincón del internet...

Tal vez yo no sea Carmen Maura, pero a veces me pregunto "Qué he hecho yo para merecer esto". No falta quien, por una decisión que adopte, me recuerde Todo sobre mi madre...y de mis muertos.  Debe ser asunto de La mala educación. En mi despacho tal vez no trabajemos Pepi, Lucy y Bom y otras chicas del montón, pero perfectamente hay expedientes que se vuelven todo un Laberinto de pasiones que te deja la Carne trémula.

No tendré la prominente nariz de Rossie de Palma, pero mi olfato me permite ver Entre tinieblas cual es La ley del Deseo. Y aunque me toque juzgar a algun Matador, espero no tener que decirle a ninguno Átame. Y no ser otra mas de las Mujeres al borde de un ataque de nervios. Mantenerme bien firme en mis Tacones Lejanos. Mientras tanto, mis empleadas podrán evitar decir al máximo Hable con ella, cuando de administrar justicia se trata, pero, yo, cual Penélope Cruz, ya pronto quisiera Volver a ese estado de paz que nunca supe en cual de Los abrazos rotos se me quedó perdido. Por ahora, hago como la mitológica tocaya de la señora de Bardem y tejo y destejo mis sentencias y mis autos, en medio de mi odisea personal.

Bueno he ahí La flor de mi secreto, es La piel que habito, muy distante de la mamarrachada que presenta Montenegro rumbo a Bakú/12, en la voz de un personaje tan kitsch como Rambo Amadeus, que bien podría ser parte de un elenco de Almodovar en los Balcanes. Tristemente, el regreso de este pais ex-yugoslavo al Festival es con una horterada como Euro neuro, que me hace darle CERO (0) PUNTOS, porque pretende ser transgresora y se queda en la caricatura barata y de mal gusto.

Con todo, no puedo negarme algo: La directora de esta película soy yo. Y a veces, cuando corresponde, hay que saber decirle "Corten..." a muchas cosas. Los que me han leído desde los albores del blog sabreis a que me refiero...

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Besos a tod@s

Wendy