En blanco y negro

Hola a tod@s:

Concluye nuestra semana, de la cual espero hayais descubiertos sus hilos conductores, y es justa hora de evaluarla con lo bueno y lo malo. Por un lado, estas lluvias vuelven esta ciudad mas caótica e insufrible que de costumbre, y a mi me ha pillado una fuerte gripe, por lo que ayer falté al gimnasio - y con lo bien que me estaba yendo-, pero la baja en la oficina no la pedí, porque estábamos de turno de recepción de demandas, y eso significa escuchar los culebrones de la gente. Para un turno que cumples una vez cada 7 semanas, me corresponde conocer unas historias que ya deliraría Delia Fiallo de haber hecho en su vida. Además, no es nada agradable seguir esperando la cuenta gotas de siempre de mi oposicion como Jueza.

Pero no, no es esta otra de mis diatribas estilo visita de la Tía Irma. Tambien hay cosas positivas: al parecer mi disciplinario se va a archivar mas pronto de lo pensado, la mamarracha aquella parece que se va a su tierra de origen en breve, ya estoy a la espera de mi diploma del examen del mes pasado, ya por fin nos van a nivelar el sueldo, que no nos subían desde enero...en fin, que la vida no es toda blanca ni toda negra, siempre hay lugares en que se mezclan. Y uno de ellos fue en el vestuario de nuestros invitados de hoy, el grupo V.I.P., que representó a Hungría en Dublin/97 con su Miért kell, hogy elmenj?. Una canción digna de chicas carpeteras, que la dejaron en mitad de tabla, en plena época de relegaciones, que ayuda mucho. Los cuatro chicos eran muy majetes, y ojo, sin necesidad de desnudarse como otros por ahi...ay, eran otros tiempos, y es que un Festival como el dublinés de aquel año, pocos. Los magiares se separaron como grupo cuatro años despues, pero dos de ellos han seguido en activo en el mundillo eurovisivo, esta vez como compositores de temas de su misma delegación, como en Belgrado/08 y Düsseldorf/11. Hay que reinventarse, dirán los húgaros. Yo les espero este lunes, a ver si esta gripe se me quita, ojala con mensajes de Eduardo.



Les quiero mucho ( y por eso no mando besos, que hay gripe)
Wendy