¿Soy chapada a la antigua?

Queridos lectores:
Hay días en que me pregunto, Tía Irma mediante, si soy una chapada a la antigua. Muchas veces me digo: "No, Wendy, eres mas de avanzada de lo que crees". Pero hay cosas con las que no comulgo. Una de ellas es cuando mis congéneres utilizan sus atributos para tratar de ascender social o profesionalmente. Aborrezco a las trepadoras. Me desesperan rotundamente las "drama queens" que creen que dárselas de la demoiselle en détresse en donde trabajo les dará la razón - y mira que de esas veo centenares a diario-. Hay días en que me pregunto si de verdad amo mi profesión por convuicción o porque no encuentro la manera de llenar mi cuenta corriente, ya a mi edad.

Y es ahi donde la balanza de la justicia se inclina y me hace ver que estoy donde estoy por una razón. Que he vivido lo vivido para servir de ejemplo. No sé para quien, pero ejemplo. Mejor eso o que medio mundo esté deseando que me largue de mi puesto. Las mamarrachas que se consideren aludidas...

Ya que hablamos de temas chapados a la antigua, y ya que estamos hablando de Paris/78, llega el turno al pais anfitrión, Francia, que en la voz de Joël Prévost nos mandó tal vez una de las canciones mas pasadas de moda de la delegación gala. Es lo que da ser anfitrión: Puede exaltar a una canción simple, o hundirla en el olvido. En este caso, logró una nada despreciable tercera plaza, la mejor de todo el actual Big Five en estos especiales sobre este Festival. Y aunque el Il y aura toujours des violons no era para tirar cohetes, considerando los actuales puntajes de Francia en el Festival, y de los temas en lengua francesa en general, cualquier cosa es cariño. ¿Será Düsseldorf/11 la oportunidad de los gabachos para renacer de sus cenizas?. Por hoy les dejo con este tema. Para empezar este mes, en mi agenda personal, hoy tenemos cumpleaños de mi actual jefe y la encargada del postre, la suscrita. Les enviaré fotos este domingo ;)



Au revoir!
Wendy