De bodas y vestuarios

Hola a tod@s:

En medio de anuncios de presuntos retiros para el próximo Festival, y buscando un tema para el post de hoy, y considerando que ya están abiertas las votaciones del Barbara Dex Award, creo que era justo tiempo de volver a invitar a estas líneas a Bélgica, pais de origen de la cantante que inspiró el premio, y virtualmente podría decirse que quien lidera el ranking del mismo, desde que sus vecinos neerlandeses de The House of Eurovision han implementado este singular galardón.

Ya antes hemos hablado aqui de muchas entradas "homenajeadas" con este premio, como la de Debbie Scerri, que tuvo el dudoso honor de estrenarlo, la de Guildo Horn - mas que merecido-, Lydia, las Nonstop, Gisela, entre otros. Logicamente, antes y durante este tiempo, ha habido en el Festival muchos mas vestuarios que rayan la línea de lo extravagante hacia lo hortera, o que son totalmente inadecuados para quien los luce. Y esto es lo que motiva mis líneas del día de hoy.

Hace unas semanas, Gina, una gran amiga de la infancia de mi hermana mayor, anunció que se casaba por tercera vez- vamos, que a la chica esto del matrimonio no le ha funcionado mucho-, y contactó con mi hermana para lo relativo al cubrimiento fotográfico de tan "magno evento"- porque la lista de invitados, vamos, que ni que se casara la misma Duquesa de Alba...- Como ese es el negocio de mi hermana, pues, listo, aceptado. Lo malo fue cuando se hizo las pruebas de maquillaje y vestuario el día de ayer, pues se reveló el que sería el famoso traje de esa boda, y que , hasta ayer, se manejó casi como secreto de Estado: Un vestido que, sin ofender, es idéntico y por ende, igual de feo que el de nuestra invitada de hoy, Nathalie Sorce. Vale, que el hecho que del primer esposo te anularon el matrimonio - tras gastarse un dineral en papeleos ante el mismísimo Papa, y ni me pregunten cómo lo lograron, porque fue la comidilla de mi círculo de conocidos por muchos años- y de enviudar del segundo, la verdad, la mala suerte con las bodas persigue a Gina hasta con la escogencia del traje. Como mucha gracia, mi hermana me "invitó" a mi a que le colaborara con la sesión fotográfica- traducción: que, a pesar de lo cansada que salí de la Oficina, yo sea la encargada de maquillar, peinar y arreglar todo el vestuario de la modelo en cuestión y la utilería de las fotos, mientras mi hermana funge como directora de la toma fotográfica-, pero a ver el famoso traje, no podíamos aguantar ninguna de las dos la risa. Vamos, si , es una tercera boda, y eso de ir de blanco inmaculado, ya no cuela, pero...¿esa foto es la que quisiera que vean mis hijos de mi boda?...a mi, si me lo preguntan, mi respuesta sería un no, y eso porque a mi estos numeritos de bodas super ostentosas no van conmigo; yo podré ser tachada de cero romántica, pero prefiero una boda sencilla, muy discreta, es mas, ni siquiera debe ser por la Iglesia, me conformo con una Notaría: Al final, siempre he creído que la pomposidad de la ceremonia no vale nada si no hay verdadero amor de por medio en la pareja.

Como podrán imaginar, ni haciéndole el peinado que mejor le favoreciera o maquillandola como a los ángeles, Gina lucía bien en las fotos. Es que cuando algo anda mal, anda mal. Creo que se avejenta demasiado con ese traje, y ella no lo merece: Gina, muy a sus cuarenta y...., bueno, a su edad, todavía se ve muy bien como para ponerse un trajecito de estos, que parecen mas de la madre de la novia. Es mas, hasta luciría mejor en el super práctico traje de novia de mi hermana ( que, ahi donde lo ven, ya lleva cuatro novias diferentes a cuestas, aunque dudo yo ser la quinta). Lógicamente, Gina se dio cuenta que el traje, la verdad, no le luce, y está en un dilema tremendo que "amenaza" con paralizar una boda por cuenta solamente de ese traje, a menos de dos semanas de realizarse, pero que parece que fuera a costar mas que un Festival de Eurovisión completo.

Doy por descontado que mi hermana asistirá, pues ella y su esposo son los encargados de las fotografías y el vídeo de la boda - que es su negocio, como ya lo dije-. A mi, sinceramente, mejor me dejan en casita, que para los pocos findes que tengo libres por cuenta del Curso Judicial, eso de acudir a esas bodas donde va mogollón de gente que tienes siglos de no ver o que de plano no te place ver, no me cuela.

Bueno, yo les dejo como recordatorio la actuacion de la belga, que, en ese festival de Estocolmo/00, quedó bastante mal, como espero no le vaya en su tercera boda a nuestra atribulada Gina. Juzgad vosotros si el traje en cuestión que, repito, es casi idéntico, luce o no luce.



Besos a tod@s
Wendy